En Ecuador, la pesca dirigida de tiburones está prohibida desde 2004. Sin embargo, el país sigue siendo uno de los principales exportadores de sus aletas. Todo empezó en 2007, cuando un decreto ejecutivo permitió la pesca incidental de tiburones, sin tener la infraestructura, reglamentos y capacidad técnica para regularla. Dieciocho años después, la falta de control ha llevado al país a enfrentar sanciones internacionales.

Los tiburones son capturados principalmente en Manta, teniendo 2 grandes destinos. El primero es poco conocido para quienes consumen tiburón, pero súper habitual para quienes lo venden, evidenciando el primer problema: falta de trazabilidad.

Lugares donde el tiburón es apetecido por no tener hueso. Así lo confirmó Andrea, una mujer manabita radicada en la Sierra, quien compra tiburón rabón en Manta y lo distribuye, como muchos otros comerciantes minoristas.

“Allá se vende como corvina y picudo en restaurantes, mercados y despensa. (...) En los restaurantes hacemos entrega de 20 libras a 25 libras.”

- Andrea, Comerciante Minorista-

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El segundo destino es Asia, al que se llevan las aletas de tiburón por exportación directa o indirecta, a través de Perú.

Los pescadores en Ecuador venden el juego de aletas de tiburón a $5 dólares, en Perú pagan hasta $50 dólares por ellas, y en Asia su valor alcanza incluso los $200 dólares, al ser usados para preparar comidas de “status” o afrodisíacos.

Esto ha generado un alto interés entre grandes y pequeños comerciantes, como Juan quien nos confirmó que desde 2016  las aletas van casi en su totalidad hacia Perú.

“Primero entran a Perú, no por problemas legales de exportaciones en Ecuador, sino por problemas de logística con las navieras. Las mismas navieras que no nos llevan nuestro producto, cogen el producto de los peruanos que ha sido tranzado por nosotros.”

- Juan, Comerciante Intermedio -

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Y aquí es donde se evidencian los problemas más graves: la falta de control y vigilancia. En los últimos años, investigaciones periodísticas internacionales han registrado un sinnúmero de irregularidades y actos de corrupción en la cadena de valor de la pesca de tiburones entre Ecuador y Perú, como evasión de sistemas de monitoreo, uso de embarcaciones pequeñas indetectables en las noches, “blanqueo de aletas” y presencia del crimen organizado, que han dado como resultado decomisos de toneladas de aletas de tiburón en aguas internacionales (1) y pasos fronterizos (2).

En 2019, Ecuador recibió una "tarjeta amarilla" por parte de laComisión Europea (3) por no contar con los controles necesarios para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Desde entonces, el país ha tenido cinco años para resolver el problema, pero ese plazo se cumple este mes de septiembre. ¡Ajá se acabó el tiempo! Y la Comisión Europea no nos ha levantado la sanción por varias razones, entre ellas inconsistencias encontradas en barcos industriales.

Y ¿Cómo se ve este sistema en la práctica?

Para saberlo, debemos entender cómo funciona la pesca incidental de tiburones. Esta se da principalmente en embarcaciones semi-industriales e industriales. En el primer caso, en una faena se pueden pescar hasta 15 toneladas, mientras en el segundo de 700 a 1.200 toneladas. Para que te hagas una idea, en la pesca semi-industrial esto equivale al peso de 200 personas, mientras en la industrial hablamos del peso de 9.330 a 16.000 personas.

Con el objetivo de evitar la tarjeta roja, en 2021 el gobierno creó el Sistema Integrado de Acuacultura y Pesca (SIAP). Según el exministro Julio José Prado (4) , esta es una innovación en Latinoamérica,  ya que se implementó una nueva ley (5), un software de trazabilidad y se contrató a más de 300 inspectores; para rastrear la pesca desde la captura, hasta la exportación.

Aún así, el ojo público sobre la pesca incidental de tiburón ha caído sobre los pescadores artesanales, en gran parte por una imprecisión del estado que cataloga a los barcos semi-industriales como artesanales, evitando regulaciones más estrictas. Santiago, un pescador manteño, nos comentó que los verdaderos pescadores artesanales operan cerca de la costa, donde ya no se encuentran tiburones. Algo confirmado por la experta María Cristina Cely, que explica que esto se debe a la sobreexplotación de los mares.

Barcos Industriales (pesca de arrastre)       

Barcos Semi Industriales ( Nodriza con barcos pequeños)       

Barcaza artesanal (Chinchorreros)       

La corrupción también juega un papel clave en este escenario. Los desembarques de los pescadores semi-industriales y artesanales ocurren de madrugada en playas sin puertos, ni equipos para identificar especies protegidas. Solo se usan guías físicas —permisos llenados a mano— y herramientas básicas, como reglas, que muchas veces no se emplean. Esto impide detectar qué especies se capturan, ya que a menudo llegan sin aletas, ni cabeza.

“No hay control, en ningún lado hay control. Cuando están los biólogos ahí tú les das para las colas y no pasa nada (...) Te da la guía para que sigas trabajando justamente para que tu producto sea transportable y llegue a donde va. Te cuesta de $20 a $50 dólares por guía.”

Aunque los barcos industriales deben llevar inspectores y usar sistemas GPS, la data no siempre es consistente. A eso súmale que las inspecciones en los puertos privados siguen siendo un misterio. "Nadie sabe lo que baja, ni lo que sube", dicen varios actores del sector con quienes conversamos, lo que refleja la falta de transparencia, que ahora está en el ojo de la Comisión Europea.

El caos de falta de control y corrupción no solo se ve durante la captura de tiburones, sino también se extiende a la comercialización, donde no hay un seguimiento efectivo. Cuando un comerciante compra pescado, recibe una guía de "movilización". Si lo revende, debe emitirse una nueva guía, pero según un inspector anónimo, esas guías no se revisan. “Los comerciantes pueden emitirla sin problema”, explicó; mostrando lo fácil que es alterar las cargas, incluso con el software de trazabilidad en funcionamiento.

Los pescadores artesanales también cuestionan si el SIAP logrará contrarrestar los problemas de pesca ilegal. Han denunciado la presencia de barcos no regulados a las autoridades en numerosas ocasiones, pero no han recibido respuestas. A esto se suma el peligro en altamar, donde enfrentan asaltos, extorsiones y secuestros.

-Imagen referencial. Fuente: industriaspesqueras.com. España-

“Se ve en cada puerto cómo llegan embarcaciones sin permisos, sin matrícula, sin nombre, muchas duplicadas. (...) A 20 o 30 millas en altamar, hemos visto barcos peruanos y colombianos pescando en nuestro mar, y la flota china pescando dentro de las 200 millas. Hemos enviado videos, pero las autoridades no hacen nada. No es que no quieran, es que no pueden. La flota de seguridad lleva 15 años sin mantenimiento, nunca han comprado nada, ni un tornillo, ni un chaleco, nada.”

-Sebastián, pescador-

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Sin un control adecuado en la cadena de valor de la pesca, los esfuerzos para proteger a los tiburones son inútiles; y esto afecta gravemente la crisis ambiental que vivimos. Al ser depredadores principales, los tiburones controlan el crecimiento poblacional y migración de otras especies. Sin ellos se quebranta la generación de oxígeno, soberanía alimentaria y la sostenibilidad de las economías pesqueras. ¿El problema? Se los captura más rápido de lo que se reproducen (6) , poniéndolos en peligro de extinción.

“Imagínate un Jenga y cada piecita tiene una especie marina, cada piso tiene una especie de alimentos. Tienes sardinas, corvina, bacalao, atún. Luego tienes orcas, delfines, tiburones (...). Sería chévere que el mar nos permita reponerlo, pero en este Jenga lo único que hacemos es quitar piezas. Entonces, va a llegar un momento en que se va a caer la torre y no va a haber manera en la que la volvamos a parar.”

- María Cristina Cely -

Experta en tiburones

Identificar las causas de la deficiencia en los controles pesqueros es complejo, la falta de infraestructura es solo uno de ellos, pero hay más. Para Julio José Prado “hay un tema real, que es la falta de presupuesto”, algo que sugiere afrontar con cooperación internacional. Mientras que para los pescadores y científicos se trata de un problema de disposición de las autoridades. “Hay mucho compadrazgo en las instituciones que favorece a los industriales pesqueros” dicen, subrayando la falta de voluntad del Estado para resolver el problema.”

“Cuando yo estuve en la Sea Shepherd Conservation Society, pusimos a disposición una flota de barcos para cooperar de manera gratuita, con tripulación, alimentación, combustible, todo para la Armada (...) y nos dijeron que no. Querían que les regalemos los barcos.”

- María Cristina Cely -

Experta en tiburones

Aún con sus diferentes visiones, hay algo en que todos los sectores concuerdan. Se necesita un trabajo conjunto. El exministro Prado sugiere rescatar las mesas de diálogo público-privadas del SIAP (7). Mientras Cely, pide incluir al Ministerio de Ambiente y organizaciones civiles, al tratarse de fauna silvestre y no solo de mercancía. Los pescadores artesanales también exigen tener un rol activo en las decisiones sobre la pesca, su infraestructura y seguridad. 

Para ellos, es prioritario diferenciar a pescadores semi-industriales y artesanales, para lograr mejores controles. Sebastián, un pescador artesanal, lo expresa con frustración: "Nosotros seguimos las reglas, pero las embarcaciones grandes siguen pescando ilegalmente y no pasa nada”. Por otro lado, se debe fortalecer políticas y conocimientos técnicos, para lograr un comercio justo. Sin un control firme, la pesca ilegal seguirá amenazando tanto los recursos marinos, como a las comunidades que dependen de ellos.

Como ves, la protección de los tiburones simboliza una lucha más grande: la de un país que intenta regular un sistema fuera de control. Por lo pronto, seguiremos PESCANDO VERDADES en nuestro próximo capítulo, donde te hablaremos de la segunda sanción que recibió Ecuador, para entender cómo se ve el futuro de los tiburones, de la pesca y de quienes dependen de ella.

(1) Uno de los casos más alarmantes, el caso Fish Choez, presunto exportador que tuvo un decomiso de 26 toneladas de aletas de tiburón con destino a Hong Kong en 2020, provenientes de unos 38.500 tiburones, principalmente zorro pelágico y de sedosos, dos especies protegidas.

(2) El 16 de sep. de este año se incautaron 1,29 toneladas de aletas secas de tiburón de diversas especies" que iban a ser exportadas ilegalmente a Asia.

(3) Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea (DG MARE).

(4) Ministerio de Producción Comercio Exterior Inversiones y Pesca (MPCEIP)

(5) Ley Orgánica para el Desarrollo de la Acuicultura y Pesca (LODAP

(6) Según, la experta María Cristina Cely, los tiburones en promedio necesitan de 10 años para alcanzar la edad adecuada para reproducirse.

(7) Donde estuvo la Armada, Telecomunicaciones, Ministerio de Gobierno, Cancillería, MPCEIAP y sector pesquero

Esta investigación fue posible gracias al apoyo de PADF